Antes de
las dinastías
Poco se sabe sobre la
arquitectura antes de la dinastía Omeya. El primero y más
importante edificio islámico es, sin duda, la casa del Profeta en Medina.
Esta casa, más o menos mítica, fue el primer lugar donde los musulmanes se
reunieron para rezar, aunque la religión musulmana cree que la oración se puede
hacer en cualquier lugar.La casa del Profeta tuvo
una gran importancia para la arquitectura islámica, puesto que establece el
prototipo de la mezquita de diseño árabe, formada por un patio con una
sala de oración hipóstila. Este modelo, adaptado a la oración, no nació de la
nada, podría estar inspirado por el templo de Husa ( Yemen, siglo
II a. C. ) o por la sinagoga Dura Europos (renovada en el año 245). Construida
con materiales perecederos (madera y barro), la casa del Profeta no sobrevivió
por mucho tiempo, pero está descrita con detalle en las fuentes árabes. Actualmente,
la Gran Mezquita de Medina se
eleva en el lugar donde supuestamente se encontraba la casa del Profeta.Los primeros objetos
islámicos son muy difíciles de distinguir de los objetos de épocas anteriores sasánidas y bizantinas,
o ya omeyas.
El
arte omeya
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Mezquita de los Omeyas en Damasco |
Entre los Omeyas,
la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos
y diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila,
se convierte en un plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más
sagrado de la ciudad de Damasco - en el antiguo templo de Júpiter y en el lugar
donde estuvo la Basílica de San Juan Bautista - de la Gran Mezquita de los Omeyas. El edificio
fue un importante hito para que los constructores (y los historiadores del
arte) situaran allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes
trabajos de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco
antes, con el primer proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén. La Cúpula de la Roca en Jerusalén es,
sin duda, uno de los edificios más importantes de toda la arquitectura islámica, caracterizado por
una fuerte influencia bizantina ( mosaicos con
fondo de oro, plano centrado que recuerda el del Santo
Sepulcro ), pero que ya tiene elementos puramente islámicos,
como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán. Su
modelo no se propagó, y el que Oleg Grabar considera
como el primer monumento que fue una gran creación estética del islam, quedó
sin posteridad.
El arte abasida
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Copa con pétalos de rosa |
Con el desplazamiento de
los centros de poder hacia el este, dos ciudades que serían sucesivamente
capitales del califato cobraron gran importancia: Bagdad y Samarra en Irak. La ciudad de Bagdad
no ha podido ser excavada porque está cubierta por la ciudad contemporánea. La
conocemos por varias fuentes, que la describen como una ciudad circular en cuyo
centro se construyeron grandes mezquitas y palacios. Samarra ha
sido objeto de varias excavaciones, especialmente de Ernst
Herzfeld y más recientemente de Alastair Northedge. Creada
por Al-Mutasim,
en el año 836, abarca unos treinta kilómetros , y tenía además
de muchos palacios, dos grandes mezquitas y varios cuarteles. Abandonada
definitivamente a la muerte de Al-Mu'tamid en
el año 892 nos ofrece un hito cronológico fiable. Samarra nos ha proporcionado una gran cantidad
de mobiliario, especialmente estuco que servía como decoración arquitectónica y cuyos
motivos pueden servir para la datación aproximada de los edificios. El
estuco también se encuentra en el arte mobiliario desde el Egipto tulunida hasta
Irán, sobre todo acompañando a la madera en la decoración.